La sube jubilados

No cesan los reclamos por la falta de cobro diferenciado del boleto de micro con la tarjeta SUBE al que están sujetos jubilados, pensionados, veteranos de guerra, personal doméstico y quienes perciben la asignación universal por hijo.

Según se estableció hace unos meses esos sectores deben pagar los pasajes con la tarifa anterior al aumento de diciembre, es decir, $1,10 y $1,90 por la segunda sección, y $1,60 por el servicio nocturno, en lugar de $1,50, $2,55 y $2,10, respectivamente.

De acuerdo a lo que se aseguró en el ministerio del Interior y Transporte de la Nación el beneficio “entrará en vigencia plena el 1º de abril”. No obstante, según remarcaron voceros de esa cartera, el sistema “ya debería ser aplicado por las empresas con la sola presentación por parte del beneficiario de la tarjeta SUBE y la credencial, en el caso de los jubilados, del ANSES”.

Esther Montiel es jubilada y Victoria Pérez pensionada. Las dos, vecinas de Tolosa, no encuentran un chofer, según reclamaron, que les cobre con el descuento. “Pagamos igual que el resto de los pasajeros, $1.50 y $2,55 según adonde viajemos”, señaló Esther mientras que su amiga agregó que “todavía estamos esperando que cumplen con ese beneficio prometido”.

“A partir del 1º de abril ya no habrá máquinas que no reconozcan el descuento y los beneficiarios no tendrán que hacer ningún trámite especial, sino que con la sola recarga en la tarjeta SUBE se le incorporará automáticamente el atributo y el boleto le costará igual que antes del aumento”, indicaron los voceros del ministerio

Problemas con la Sube

La oficina local del SUBE se desbordó hoy de vecinos que se quedaron sin usar las tarjetas porque, según denunciaron, las máquinas lectoras no las reconoce como habilitadas, y no pueden entonces acceder al autotransporte si no es con las tarifas sin subsidio y con monedas.

La única solución que se les dio en las oficinas de Plaza Italia fue la compra de una nueva tarjeta y el saldo que disponían se les devolverá “dentro de diez días”.

“No puedo usar ni mi tarjeta ni la de mi marido porque las máquinas no las aceptan. Por lo que escuchamos que le dicen a los que hacen el mismo reclamo tenemos que comprar otra SUBE y además esperar diez días para que nos devuelvan la carga que habíamos pagado”, indicó Adriana Quinteros, de Altos de San Lorenzo, mientras esperaba ser atendida.

La situación de Guido López, vecino de Villa Elisa que por trabajo realiza viajes cotidianos al centro de la Ciudad y al Gran Buenos Aires es peor todavía. “Yo ya compré la segunda tarjeta, porque la anterior dejó de funcionar y acá me dijeron que tenía que reponerla por otra, que me costó $15. Ahora resulta que esta nueva tampoco sirve porque está inhabilitada”, se quejó el hombre, usuario frecuente de las líneas 414, 338 y la 502 de Florencio Varela. “Encima no reconocen el crédito en el momento y hay que esperar para que lo reintegren”, lamentó.

La falla no está en las tarjetas, precisaron en Nación Servicios, la prestadora a cargo de la operatividad del sistema y la atención de los usuarios del SUBE. “El problema se detectó ayer cuando recibimos el primer reclamo de un pasajero, y al parecer hay que realizar pruebas en las máquinas. Por eso ya hay técnicos inspeccionado las unidades de las empresas de colectivos donde se encontraron los inconvenientes”, se indicó.

Al mismo tiempo, desde la operadora del SUBE, se aseguró que a partir de ahora no se les va a cobrar a los usuarios por el reemplazo de la tarjeta.

“A las personas que tengan ese problema se les repondrá de manera gratuita y se les transferirá el saldo con el que contaban”, añadieron fuentes de la empresa aunque admitieron que por esos días de gran demanda de reclamos ese trámite “posiblemente demore diez días”