Amplían los puntos de recarga de la Tarjeta Sube

Pasado el primer furor por obtener el plástico, parece hoy apenas una anécdota el recuerdo de las colas interminables que se repetían en numerosos puntos del país. Las primeras semanas, resultaba todo un trabajo de inteligencia hallar un lugar habilitado para recargar la tarjeta donde, invariablemente, había también una larga fila.
Hoy en día, el plástico se va imponiendo por la comodidad (lo confiesan los empresarios del transporte público); se obtiene en los Correos habilitados a un costo de 10 pesos, y lentamente se van abriendo nuevos puntos de recarga.
En Quilmes se cuenta, por ejemplo, el caso de la Línea 22 de colectivos, en calle Lavalleja 127, Quilmes Oeste. Así como antes ofrecían el servicio de entregar monedas (¿se acuerda lo difícil era hallar cambio?), hoy el directorio de esta firma decidió recargar la tarjeta SUBE, para facilitar la tarea de los pasajeros.